jueves, 8 de octubre de 2009

El gran anillo de saturno





El nuevo cinturón, que como todos está formado por pequeños materiales sólidos en suspensión, especialmente hielo y polvo, tiene una órbita que se extiende hasta una distancia de seis millones de kilómetros de Saturno, hasta los confines de la luna Febe o Phoebe. Además de extenso, el anillo es muy ancho, de tal manera que se extiende verticalmente por una superficie 20 veces mayor que el diámetro del propio planeta. “Serían necesarias cerca de 1.000 millones de Tierras juntas para llenar el anillo”La órbita muestra una inclinación de 27 grados con respecto al plano principal de los restantes anillos saturnales.

El anillo había pasado inadvertido porque las partículas que lo componen se encuentran muy separadas, con grandes distancias entre ellas. “Si estuvieras dentro del anillo ni te darías cuenta de su existencia”, asegura Verbiscer. El Spitzer ha logrado localizarlo gracias a su visión en infrarrojos, capaz de detectar partículas de polvo con temperaturas próximas al cero absoluto. El espejo del telescopio tiene 85 centímetros de diámetro.

Justamente, el hallazgo puede ayudar a explicar el porqué de Cassini Regio, la misteriosa región oscura que cubre parte de Jápeto. “Este hallazgo prueba una relación”, afirma otro de los astrónomos del equipo, Douglas Hamilton, de la Universidad de Maryland. De hecho, la existencia del anillo fue sugerida experimentalmente en los años 70 para explicar algunos comportamientos extraños detectados en los confines de Saturno.

El telescopio Spitzer, lanzado en agosto del 2003, se encuentra actualmente a 107 millones de kilómetros de la Tierra, en órbita alrededor del Sol, aunque cada vez se aleja un poco más de la Tierra. Estaba previsto que durara cinco años, hasta que se acabara el líquido que refrigera los equipos, pero ha concluido su vida útil y sigue en marcha.

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